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Con el aumento del interés en la impresión 3D, cada vez es más fácil dar vida a los diseños físicos sin tener que comprometerse con la producción en masa. Aunque es conocida principalmente por sus usos efectistas, la organización benéfica internacional Oxfam reconoce que la impresión 3D también tiene el potencial de tener un gran impacto en el mundo en desarrollo.
Por lo tanto, se asoció con la empresa de impresoras 3D iMakr para ayudar a diseñar, probar y fabricar productos que ayudarán a mantener la salud de las personas en áreas que sufren una crisis.
Convocatoria de diseñadores
Mediante el uso de My Mini Factory, un sitio para compartir diseños de impresión en 3D, iMakr solicita a los diseñadores de 3D que creen productos a medida que resuelvan problemas específicos durante emergencias humanitarias.
"En los países en desarrollo siempre hay un gran problema con la falta de disponibilidad de recursos, proveedores y habilidades, así que si puedes hacer algo por tu cuenta con tu propia máquina, es mucho más eficiente y te da mucha potencia", explica Sylvain de iMakr. Preumont.
El primer desafío es proporcionar un sistema de lavado de manos más eficiente que se pueda utilizar cuando el saneamiento sea un problema grave y haya escasez de agua.
Banco de pruebas
Después de recibir una serie de diseños, iMakr y My Mini Factory elegirán una selección que se enviará electrónicamente al equipo de Oxfam y se imprimirá en 3D in situ. Luego, los diseños se probarán e iterarán hasta que se pueda fabricar un producto final
El primer proyecto de este tipo, parece ser un paso más en la revolución de la impresión 3D. Puede obtener más información sobre la campaña aquí.
Palabras: Christian Harries
Christian Harries es un diseñador de productos independiente y se graduó recientemente en Ravensbourne. Su portafolio se puede ver aquí.